Las mallas agrícolas son estructuras flexibles formadas por pequeños filamentos de polietileno entrecruzados que pueden ser de diferentes formas, tamaños, texturas y colores.
Estas herramientas, además de brindar protección a los cultivos, tienen la capacidad de disminuir el uso de agentes fitosanitarios resultando una solución económica y sostenible.
La malla Anti-afidos, gracias a su estructura de monofilamentos delgados permite una circulación de aire dentro del invernadero o instalación, y gracias a su tejido estrecho ayuda a evitar la entrada de plagas nocivas e insectos.
La malla Raschel tiene como función principal proporcionar sombra a los cultivos para beneficiar su crecimiento y tiene la capacidad de aportar la luminosidad adecuada para cada tipo de cultivo conservando un clima ideal y un ahorro significativo de energía.
La malla sombra está diseñada para controlar la cantidad de luz que reciben los cultivos y gracias a su estructura, puede proteger a la producción de algunos tipos de insectos y de los cambios de clima.
Existen también las mallas antigranizo, las mallas antipájaro, las mallas antihierbas y muchas otras.